Amaranta Úrsula Espinoza- Chile
“… en estos 18 días , yo quería venir a...

“… en estos 18 días , yo quería venir a la selva  porque los últimos 3 años he estado viviendo un proceso de salud , como bien fuerte, empecé a perder la audición progresivamente y ya en este momento escucho el 50% de lo que escucha una persona sana, necesitando audífonos y esto , además de procesos emocionales bien fuertes, me llevó a pensar mucho en el sonido. Empecé a… como pude conseguir audífonos, empecé a escuchar más sonidos que ya había perdido, los pájaros los insectos, como que el mundo del sonido empezó a cobrar más vida, porque yo siempre había sido más visual, como pintaba, bordaba no me había percatado nunca de eso; y empecé esta búsqueda más sonora. Entonces quería venir acá también a escuchar esos sonidos, es muy abundante sonoramente. Además de visual. Mi idea un poco había sido venir a escuchar, lo que puedo escuchar todavía, por que no se si voy a seguir perdiendo, y esos sonidos traspasarlo a visualidad. De la forma como hacemos un mapa visual de lo que escuchar acá, algo como cinestésico que le llaman. Como sonidos que se pueden ver, o visualidades que se pueden escuchar, eso me interesaba explorar.»

«Estuve haciendo unos dibujos que están adentro, y acá tuve algunos espacios para probar con tintes naturales, yo también bordo hace muchos años. Quería ser una pieza que sea textil donde pudiera pintar con estos tintes que preparamos, pero también bordarlo y quería que trabajara como las capas, como el sonido está en muchas capas. Atrás, escuchamos algo que está lejos, después algo más cerca, después hay un pajarito acá y se escucha más cerca. Entonces quería jugar con eso.»

«Entonces  en el proceso de sonido esta pieza se me quemó,  con el friaje el fogón quemó la tela y perdí esta parte, y eso me abrió un mundo, porque o bien pierdo la pieza y me quedaba sin trabajo  o repensaba un poco y está como espacios vacíos, igual tenía un poco que ver con trabajar este bordado y el vacío que tiene que ver con la telaraña, piezas  que igual están metidas en la naturaleza  y se mueven con el viento y conversando con mis compañeras también , nos dimos cuenta que  el sonido viaja a través del aire. Entonces el colgarlas tenía un sentido para darles un sonido. También el paralelo he estado viendo mucho las telarañas de acá, en todos lados.

Primero tendía allí unos hilos , una especie de telaraña, así similar,  con el friaje de estos días se destruía en la mañana , pero eran como búsquedas, un poco que iba intentando.

Al final llegué a esto que es como una especie de patchwork, piezas pegadas de tela y está todo teñido en tientes naturales, con matico, con camote, con cúrcuma, con caoba y achiote. Todos lo que hay acá, todos los colores, viene de la naturaleza, eso también me interesaba que, si lo iba poner en la naturaleza, fuera elementos que también vayan a ser amigable con los insectos, al ismo árbol, como que no vayan a ser intervenidos con algo químico.»

Amaranta Úrsula Espinoza

17 de junio del 2023, explicación de pieza en inauguración de la exhibición por cierre de residencia de la residencia grupal para artistas de Centro Selva arte y ciencia Tierra para Habitar, en la casa azul.

La exhibición «Tierra para Habitar» se presentó como un estudio abierto, una exposición en la cual los visitantes pueden no solo observar obras terminadas, sino también sumergirse en los procesos creativos. En este contexto rural, nos permite replantear y expandir las posibilidades de la presentación de las piezas. Lejos del «White Cube», las obras dialogan directamente con lo que les rodea; son parte integral del entorno. En el caso de la obra de Amaranta, esta se integra con el paisaje y el viento.

Amaranta nos cautiva con piezas sensibles que son parte de procesos mucho más extensos y complejos, experimentados de manera física y que, a su vez, generan una reflexión profunda en su obra artística.

La oportunidad de contemplar estas piezas y tener a la artista para explicarlas, junto con el conocimiento detallado de su proceso, fue un placer que el público asistente claramente apreció y que les permitió sentirse aun más conectados.

Como nos relata la artista, sus piezas fusionan diversos elementos experimentados durante su residencia, tales como los teñidos de distintos tonos, la observación de las telarañas que abundan en los alrededores. Elementos fortuitos, como el accidente de la tela quemada, se incorporan y dan lugar a nuevos diálogos, surgiendo así nuevos elementos en la reflexión de su obra, como el viento que traslada el sonido, construyéndose a través de capas, y traspasa lo sólido y visible.

Las piezas colgadas, moviéndose al compás del viento, ofrecen una sensación de sonido y fluidez intrínseca. Los delicados detalles en el textil e hilos en tonos suaves proporcionan la sensación de elementos que interactúan con suavidad, imitando o visibilizando el componente del viento y el sonido.

Al inicio de la residencia, Amaranta nos comentaba que había tenido un periodo extenso de trabajo colectivo y conectado a lo social, y que tenía interés en continuar abordando una obra también individual y personal. Esperamos con expectación poder observar los caminos que tomará la obra personal de Amaranta en el futuro.

Puedes seguir a artista Amaranta través de su cuenta de Instagram en:  https://www.instagram.com/amarantaursula.e/

Diana Riesco Lind

Curadora

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